Deshuesa las cerezas y resérvalas. Precalienta el horno a 180º C.
Unta un molde redondo y desmontable con mantequilla. Espolvoréalo con harina. Elimina la harina sobrante. El diámetro del molde es de 23 cm.
Amasa la harina con la levadura en polvo, la ralladura de limón, el azúcar y la mantequilla. Cuando tengas una textura grumosa añade el huevo. Forma una masa homogénea. Extiende la masa en forma de círculo. Ponla en el molde. Es importante que la masa no solo cubra el fondo, sino que tenga una pared de 3 cm.
Pica las almendras. Mezcla todos los ingredientes del crumble. Amasa un poco hasta que tengas una textura grumosa. Incorpora las almendras picadas.
En un bol aparte mezcla la maicena y el azúcar y después junta esta mezcla con las frutas.
Vierte las frutas en el molde. Tápalas con los grumos. Hornea la tarta durante unos 40-50 minutos. Deja enfriar la tarta de cerezas en el molde.