Amasa la harina con el azúcar y la mantequilla hasta que tengas una masa arenosa. Ahora añade la yema y las 3 cucharadas soperas de agua fría. Haz una masa homogénea y lisa.
Forra un molde desmontable, incluyendo las paredes, con papel de horno. Extiende la masa dándole un grosor de 2 mm. Pon la masa en el molde formando una pared de 4 cm de alto. Ahora pon la masa en el frigorífico durante 20 minutos. Diámetro del molde: 23 cm (usa preferiblemente un molde desmontable).
Precalienta el horno.
Al pasar el tiempo de reposo pon un papel de horno encima de la masa, echa encima legumbres secas y hornea la masa a ciegas durante 15 minutos. Horno: 180ºC.
Mientras la base se hornea puedes elaborara el relleno. Bate las yemas con el azúcar, el yogur griego, el zumo de limón, la ralladura de limón, la maicena y la nata. Después incorpora el requesón. Mézclalo muy bien para que quede homogéneo.
Por último, con una pizca de sal bate a punto de nieve las 5 claras de huevo. Con mucho cuidado añádelas a la mezcla anterior.
Saca del horno la base precocida y vierte dentro el relleno. Vuelve a hornear durante unos 60-70 minutos más.
Una vez cocida la tarta deja que se enfríe 30 minutos en el molde. Después quita el molde y deja que se enfríe completamente en una rejilla. Una vez frío pon el Käsetorte en el frigorífico durante una noche entera.