Mezcla la harina, el azúcar y la mantequilla. Añade la levadura desmigada y los huevos. Amasa muy bien todo hasta obtener una masa lisa, flexible y homogénea. Te costará unos 8 minutos. Deja fermentar la masa, a temperatura ambiente, hasta que su tamaño se doble.
Rompe la masa amasando de nuevo. Tapa esta masa y ponla en el frigorífico durante toda la noche.
Al día siguiente, corta la pasta en 16 piezas. Amasa cada trozo formando unas bolas compactas.
Ahora forma rollitos de un grosor de unos dos dedos y de 25 cm de largo. Moldea los cilindros dándoles forma de caracol.
Pon las formas en una bandeja revestida con papel de horno. Fermenta otra vez en un sitio cálido hasta que nuevamente dupliquen su tamaño.
Precalienta el horno.
Pinta los Brioches con huevo batido. Puedes adornarlos con semillas de sésamo o amapola, pero sin nada también quedan muy bien. Ponlos en el horno durante unos 20-25 minutos, hasta que tengan un color dorado bonito. Horno :190ºC. Al sacar los brioches del horno deja que se enfríen.