Lava las fresas, quítales las hojas, los tallos y tritúralas. También puedes machacarlas con un tenedor. A mí, personalmente, me gusta encontrar tropezones de fresas en la crema. Reserva las fresas trituradas.
Bate las claras con una generosa pizca de sal. Cuando empiece a tener forma, pero la espuma esté todavía muy frágil, añade poco a poco el azúcar. Sigue batiendo hasta que tengas un merengue duro. Ahora incorpora lentamente la fresa triturada. Puedes hacerlo también con la propia batidora.
Ya está lista. Esta crema no aguanta mucho, así que hay comerla enseguida. Puedes conservarla durante una tarde en el frigorífico.
Notes
Aunque en casa nos gusta más así, ya que queda más cremosa y con más sabor a fresa, puedes optar por hacerla con un poco menos de frutas. En este caso, la espuma quedará mas dura.Esta crema también está muy rica si la haces con frambuesas.Los tiempos de preparación son orientativos.