Calienta la leche con el azúcar, las semillas de vainilla y la vaina de vainilla. Hierve 2 minutos y deja enfriar. Después elimina la vaina de vainilla.
Añade la miel a la leche aromatizada.
Monta la nata. No tiene que estar muy dura. Sigue batiendo y añade poco a poco la leche infusionada. Pon esta base de helado en el congelador durante 5 horas. Cada media hora hay que batir. Yo suelo hacerlo con la batidora, de esta forma elimino bastantes cristales.
Mientras el helado empieza a coger textura, derrite el chocolate. Después extiende el chocolate fundido muy fino en un papel de horno. Grosor: entre 0,5 mm y 1 mm. Congela el chocolate. Ahora como ya está sólido, pica el chocolate fino. Vuelve a meterlo en el congelador.
Cuando ya tengas el helado en su punto incorpora el chocolate picado. Ya puedes comer o congelar el helado.