Deshuesa las cerezas y ponlas en una cazuela junto con el azúcar y la canela. Empieza a cocinar. Una vez empiece a hervir, cocina la fruta a fuego fuerte unos 8-10 minutos hasta que haya perdido una parte de su líquido. Mientras, mezcla la maicena con un poco de agua y cuando ya esté homogénea, añádela a la fruta cocida. Cocina la fruta un minuto más. Deja enfriar el relleno.
Haciendo la masa quebrada:
Empieza a amasar la harina con la mantequilla y el azúcar. Cuando tengas una textura arenosa, añade el agua. Sigue amasando hasta que tengas una textura homogénea. Pon la masa en el frigorífico durante una hora.
Preparando la tarta de cerezas:
Precalienta el horno. Engrasa un molde redondo con mantequilla. El diámetro del molde es de 25 cm. Si quieres, también puedes usar papel de horno para forrar el molde.
Corta la masa en dos partes. Una de las partes, la que vamos a utilizar para el fondo, tiene que ser un pelín más grande. Extiéndela. Su tamaño tiene que ser lo suficientemente grande para cubrir el fondo y la pared del molde. Cuando la tengas lista, ponla en el molde.
Ahora extiende la masa pequeña dándole un grosor de 1-2 mm. El tamaño tiene que ser lo suficientemente grande para poder cortar 25-26 tiras de una anchura de unos 8-10 mm y cubrir la tarta de un extremo al otro. Mira el vídeo para ver cómo se hace.
Pon el relleno en el molde y alísalo.
Coloca las tiras encima del relleno formando una bonita reja.
Junta la masa que sobresale del borde y las tiras. Aprieta bien. Ahora elimina la masa sobrante alrededor de la pared del molde.
Pincela la superficie con el huevo y después espolvoréala con azúcar.
Hornea el Cherry Pie a 180ºC durante 35-40 minutos. Una vez hecho, deja que se enfríe en el molde y disfruta.