Mezcla la harina con el azúcar. Añade la mantequilla y amásalo todo hasta que esté arenoso. Incorpora una yema de huevo, el agua y sigue amasando hasta que se forme una masa homogénea. Pon la masa en el frigorífico durante 30 minutos.
Precalienta el horno.
Extiende la masa y ponla en un molde (desmontable) revestido con papel de horno. Con la masa haz un borde interior de unos 3 cm de altura alrededor del molde. Molde: 28 cm de diámetro.
Pon un trozo de papel de horno encima de la masa y cubre este papel con legumbres secas.
Hornea durante unos 25 minutos. Horno: 180ºC. Al sacar del horno el molde, elimina las legumbres y el papel de horno que protegía la masa de las legumbres. Resérvalo.
Mezcla el azúcar, la maicena, 3 yemas de huevo, la harina, el agua, el zumo de limón y la ralladura de limón.
Hierve esta mezcla y cocínala durante 3 minutos más para que se espese. Hay que dar vueltas continuamente para que no se pegue.
Ahora añade la mantequilla, mézclala bien y reserva esta crema resultante.
Monta las claras a punto de nieve asegurándote de que queden duras. El azúcar ve añadiéndolo poco a poco y solo cuando las claras formen ya una "espuma" sólida.
Vierte la crema de limón en el molde, sobre la base ya cocida, y pon encima la clara montada. Si te apetece decorar, haz unos dibujitos con la ayuda de un tenedor. Ponla en el horno de nuevo durante 30-35 minutos. Horno: 150ºC.
Deja que la tarta se enfríe en el molde.