Elaborando la crema pastelera:

• Calienta 150 ml de leche junto con las semillas de la vainilla y la vaina de vainilla.
• En otro bol mezcla el azúcar, las yemas, la maicena y los otros 150 ml de leche fría. Es importante que no queden grumos.
• Cuando la leche esté hirviendo aparta la cazuela del fuego. Ahora vierte dentro la mezcla anterior. Vuelve a poner la cazuela, a fuego moderado, cocinando la crema hasta que empiece otra vez a hervir y su textura esté densa. Es importante remover todo el rato. El tiempo de cocción es de 1-2 minutos. En el caso de que tu crema tenga grumos, puedes pasarla por un chino.
• Vierte la crema en un recipiente. Frota la superficie con un trozo pequeño de mantequilla para evitar que se forme una costra (de esta manera no hace falta usar plásticos). Deja enfriar.
• Pela las manzanas y elimina el corazón. Corta las manzanas en cuatro partes. Reserva la fruta. En el caso de que las manzanas empiecen a adquirir un color marrón, rocíalas con un poco de zumo de limón.
• Precalienta el horno. Pon papel de horno en una bandeja de horno. Pon encima la lámina de hojaldre. Haz un borde de unos 2 cm.
• Corta en láminas las manzanas. El grosor es de unos 2 mm.
• Esparce la crema pastelera en el centro de la masa y alísala.
• Coloca las láminas de manzana de una manera organizada y bonita. Hornea la tarta de manzana durante unos 30 minutos. Horno: 210ºC.
• Mientras, puedes elaborar el glaseado de mermelada. Calienta la mermelada con el agua. Según la calidad de tu mermelada puedes necesitar más o menos agua. Lo importante es conseguir una densidad parecida a la miel. Una vez hervida, pásala por un colador para conseguir una textura fina.
• Una vez tengas la tarta horneada, sácala del horno y enseguida pincélala con el glaseado de albaricoque.