Derrite la cobertura de chocolate y separa las claras de las yemas.
Precalienta el horno.
Bate un poco la mantequilla con el azúcar (100 g) y después añade, una por una, las 6 yemas. Sigue batiendo hasta que la mezcla esté cremosa.
Añade el chocolate derretido.
En otro bol mezcla la harina con la levadura en polvo.
Ahora junta la crema de mantequilla con la mezcla anterior. Bate un poco para que no tengas grumos.
Bate las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Cuando ya estén espumosas, añade poco a poco el resto de azúcar (30 g). Sigue batiendo hasta que tengas una espuma firme.
Agrega unas cucharadas de las claras batidas a la masa y remueve con firmeza (para soltar la crema). Añade el resto de las claras batidas en tres veces. Ahora sí hay que trabajar con cariño.
Unta el molde con mantequilla y después espolvoréalo con harina (puedes usar papel de horno o también un molde de silicona).