Pon en una cazuela la mantequilla junto con el azúcar y el agua. Empieza a cocinar. Cuando esté hirviendo añade la harina. Cocina un minuto más a fuego moderado. Mientras, hay que batir enérgicamente para que no se queme en el fondo.
Aparta la cazuela del fuego y añade los huevos uno por uno. Después de añadir un huevo hay que trabajar bastante la masa para integrarlo bien. Solo después puedes añadir el siguiente huevo. ¡Ojo!, hay que trabajar muy rápido y con energía. Como la cazuela está muy caliente, hay que evitar que los huevos se cocinen. Todo este proceso puedes hacerlo a mano con una espátula y una varilla o si quieres, también puedes usar una batidora de varillas. Una vez tengas la masa lisa, déjala reposar para que se enfríe totalmente. Serán 1,5-2 horas.
Pon un papel de cocina en la bandeja de horno y coloca encima un plato. Dibuja un círculo de 20 cm de diámetro. Dale la vuelta al papel. Precalienta el horno.
Pon la masa en una manga pastelera y haz con ella 3 círculos. El primer círculo coincide con el círculo que has dibujado. El siguiente círculo es un poco más pequeño. El tercer círculo se hace encima de los dos anteriores. Es importante hacer estos círculos lo más prietos posible para evitar que durante la cocción se separen.
Pincela la masa del París-Brest con huevo batido y después espolvorea con las almendras fileteadas.
Hornea la masa choux durante 10 minutos a 210ºC y después otros 50 minutos a 180ºC para que se seque bien. ¡Cuidado, la puerta del horno no se debe abrir en ningún momento!
Una vez tengas horneada la pasta choux, déjala en el horno ya apagado, pero con la puerta algo abierta. Déjala que se enfríe así unos 20 minutos. Después pásala a una rejilla. Una vez fría, córtala horizontalmente en dos partes y resérvala.
La crema diplomática ligera:
Para el relleno mezcla el azúcar con 80 ml de leche, las yemas y la maicena. Mezcla muy bien para que no tenga grumos. Calienta el resto de la leche con la vainilla. Cuando esté hirviendo, aparta la cazuela del fuego y añade la mezcla de yemas. Ahora vuelve a poner la cazuela al fuego y cocina la crema hasta que esté espesa. Pon la crema pastelera en un cuenco y frota la superficie con un poco de mantequilla, de esta manera no se formará costra en la superficie de la crema. Deja enfriar.
Pon a hidratar en agua las hojas de gelatina. Una vez hidratadas, mételas en una cazuela junto con 50 ml de agua. Calienta hasta que la gelatina se disuelva.
Añade la gelatina a la crema pastelera y bate muy bien. Resérvala.
Bate la nata a punto de nieve, pero no tiene que estar demasiado dura.
Añade un poco de la nata a la crema pastelera y bate con energía. El resto de la nata añádela poco a poco y con cuidado, ayudándote de una varilla o una espátula.
Pon la crema en la manga pastelera y rellena el París-Brest con ella. Pon la tapa encima de la crema. Para finalizar, espolvorea con azúcar glas.