El relleno de nuez: hierve la leche con el azúcar. Añade la ralladura de limón, la nuez moscada y el pan rallado. Mézclalo muy bien y deja que se enfríe.
El relleno de amapola: hierve la leche. Añade el azúcar, la amapola molida, la canela, la ralladura de limón y la ralladura de naranja. Mézclalo muy bien y deja que se enfríe.
Para la masa: desmiga la levadura y júntala con 1 cucharada de azúcar y con la leche (50 ml). Tapa con un paño de cocina y deja reposar unos minutos en un sitio templado hasta que doble su tamaño.
Mientras, amasa la harina con el azúcar y la mantequilla. Tiene que quedar una textura arenosa. Junta la mezcla de harina con los dos huevos y la levadura fermentada. Forma una masa homogénea.
Divide la masa en 21 piezas.
Enharina la superficie, forma unas bolitas y extiéndelas para que tengan la forma de un óvalo. El grosor es de 4-5 mm.
Rellena cada masa con el relleno: 10 de nuez y 11 de amapola. Dóblalas, forma rollitos y después forma medialunas.
Pincela las medialunas con yema de huevo y ponlas en un sitio frío (el frigorífico, o en el balcón en invierno). Haz agujeros con un palillo. Deja que se seque la capa de yemas: unos 20-25 minutos.
Ahora pincela los pasteles con clara de huevo y ponlos también en un sitio frío. Revisa los agujeros para que no estén tapados con clara de huevo. Deja que se seque la capa de claras: entre 30 minutos y 2 horas.
Precalienta el horno. Antes de meter las medialunas en el horno, deja que reposen 10 minutos a temperatura ambiente.
Hornea los pasteles durante unos 20 minutos. Horno: 180ºC (para hornear, usa una placa de horno revestida con papel de horno). Deja enfriar.