Elaborando la tarta de queso de naranjas sin horno:
Tuesta las avellanas y quítales la piel. Después deja que se enfríen y muélelas.
Tritura los dátiles. Junta los dátiles triturados con la avellana molida, el cacao en polvo y la mantequilla derretida. Amásalo todo con las manos para que la mezcla quede homogénea.
Unta el molde con un poco de mantequilla. Pon la masa de avellanas dentro y con las manos extiéndela en el fondo. Mételo en el frigorífico durante 30 minutos.
Pon el zumo a hervir. Cuando se haya reducido a unos 300 ml, añade el azúcar y vuelve a hervir el zumo reducido. Cuando hierva, quítalo del fuego y deja que se enfríe.
Pon las hojas de gelatina en agua fría. Cuando estén hidratadas mételas en el zumo todavía caliente (¡NO hirviendo!). Disuélvelas.
Mientras, bate el mascarpone y el yogur griego. Añade el zumo de naranja ya frío y monta la nata.
Incorpora la nata montada a la crema de naranja. Vierte la masa en el molde. Alísala. Déjala una noche en el frigorífico para que tenga una buena consistencia.
Puedes decorar la tarta con naranjas confitadas.
Notas
Si no te gusta este fondo de frutos secos, puedes utilizar el que más te guste: galletas o un fondo horneado, como el que tengo en otras recetas (New York Cheesecake). Si eliges esta última opción, tienes que hornear completamente la base y una vez fría, añadir la crema de naranjas.Los tiempos de preparación son orientativos.