- Precalienta el horno. 
- Amasa la harina con el azúcar, la vainilla, la levadura en polvo, la ralladura de limón y la mantequilla. Obtendrás una masa arenosa. Añade las dos yemas y el yogur. Forma una masa homogénea y ponla en el frigorífico durante 30 minutos.  
- Extiende la masa hasta que tengas un grosor de unos 8 mm y su forma sea rectangular. Pon la masa en el molde revestido con papel de horno. Forma una pared de 1 cm de alto. Con un tenedor pincha la masa varias veces. Molde: 29 cm x 20 cm. 
- Hornea la masa durante 15 minutos hasta que la parte superior esté ligeramente dorada. Horno: 180ºC. 
- Mientras tanto preparamos el relleno. Mezcla la vainilla con el requesón, 90 g de azúcar glas, las 3 yemas, el yogur griego y el zumo de limón. Corta la miga de pan en cubitos pequeños e incorpórala a la crema anterior. 
- Monta las 2 claras a punto de nieve junto con 60 g de azúcar glas. Después, añádelo a la crema de requesón. Mezcla todo muy bien y vierte esta crema en el molde. Vuelve a colocar el molde en el horno, durante unos 25-30 minutos más, hasta que la crema haya cuajado.  
- Ahora, para el merengue, bate las 3 claras a punto de nieve con 140 g de azúcar glas. (¡Acuérdate!, para montar las claras hay que añadir una pizca de sal, y cuando ya empieces a tener una espuma blanca, entonces es la hora de ir añadiendo poco a poco el azúcar). 
- Cuando ya esté firme, pon la clara montada en una manga pastelera y dibuja rejillas encima del pastel. Vuelve a colocar el molde en el horno durante unos 15-20 minutos hasta que se sequen las rejillas un poco. Horno: 140ºC. 
- Pon la mermelada en una manga pastelera y rellena los agujeros de las rejillas con ella (si la mermelada tiene trozos grandes hay que triturarla). 
- Al sacar del horno el pastel deja que se enfríe unos minutos. Después, con un cuchillo caliente corta el pastel en trozos y deja enfriar en el molde. Para calentar el cuchillo, ponlo en agua caliente durante unos segundos, sécalo y ya está listo para cortar.