Llevo tiempo con muchas ganas de hacer rosquillas caseras, pero no me refiero a unas de esas insulsas o secas. Hablo de unas rosquillas de limón sabrosas, esponjosas y fritas en aceite de oliva que acompañen a mi chocolate caliente, como se ha hecho toda la vida.
No me acuerdo exactamente en qué mercado ambulante he comido por última vez unas rosquillas de limón, pero después de tantos años me apetecía volver a recordar este postre tan simple. Una vez más, pensé en las abuelas y la manera en la que preparaban estas roscas caseras. Sin ninguna duda, las recetas de antaño deben llevar ingredientes que todos tengamos en casa y que se preparen fácilmente, como es el caso de los buñuelos de viento o las Orejas de Carnaval.
En la receta, un poco más abajo, te explico cómo se hacen estas rosquillas de limón correctamente, para que consigas una textura tierna. Asegúrate de que la temperatura del aceite es correcta, ya que si no lo es, la masa quedará cruda por dentro y quemada por fuera. ¡Ojo!, no compares estas rosquillas con los donuts americanos, ya que son postres y texturas totalmente diferentes.
Una vez hechas, escúrrelas en papel de cocina. Ya verás, te quedarán muy ricas, tiernas y nada grasientas. Además, este sabor a limón engancha un montón.
Revive las recetas tradicionales y haz rosquillas en casa. Es una excelente manera de recordar los mercados de los pueblos y pasar un tiempo divertido haciéndolas juntos.
“La chocolatada de las tardes sin rosquillas no es lo mismo”.
Receta de Rosquillas de limón caseras
Ingredientes
Para la masa de rosquillas de limón:
- 65 ml de Zumo de limón
- La piel rallada de 2 limones grandes o 3 medianos
- 385 g de Harina
- 40 g de Aceite de oliva virgen extra
- 100 g de Azúcar
- 15 g de Levadura en polvo
- 3 Huevos L
Reboza con:
- Azúcar
Para freír:
- Aceite de oliva virgen extra o Aceite de girasol
Elaboración paso a paso
- Bate los huevos con el azúcar y la piel rallada del limón hasta que se mezcle muy bien. Añade el aceite de oliva virgen extra y bate un poco más. Incorpora el zumo de limón a la masa y después añade la harina con la levadura en polvo. Mezcla muy bien para conseguir una masa homogénea.
- Tapa la masa con un paño de cocina y deja reposar a temperatura ambiente 30 minutos.
- Empieza a calentar el aceite. Es importante conseguir la temperatura correcta para que la masa se haga también por dentro. Prueba primero con un trozo de masa y según veas como queda, puedes moderar la temperatura.
- Con las manos mojadas, forma bolitas del tamaño de una nuez grande, haz un agujero en el medio con el dedo. ¡Cuidado!, no hagas rosquillas gruesas, ya que hay peligro de que no vayan a hacerse por dentro.
- Pon a freír las rosquillas. No pongas muchas en la sartén o la cazuela, ya que aumentan su tamaño considerablemente. Deja freír un par de minutos por un lado y después dales la vuelta para que el otro lado también se dore.
- Una vez hechas, deja las rosquillas de limón en papel de cocina para quitar la mayor parte del aceite. Después, reboza las rosquillas en azúcar.
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