Creado por el chef francés Charles Ranhofer para conmemorar la adquisición de Alaska por Estados Unidos en 1867, este postre es conocido de diversas formas: Baked Alaska, tortilla Noruega o soufflé Alaska. Independientemente de su nombre, lo que está claro es que estamos ante una exquisitez que combina tradición, elegancia y un toque de ciencia culinaria, y en este post te enseñaré cómo prepararlo en casa de una forma sencilla y sin soplete.
Cuando yo era niña, allá por los años 80, ya me fascinaba hacerlo y decirle a mis amigos que habíamos comido un helado horneado. Y sí, el Baked Alaska se hornea tradicionalmente. Por esta razón te enseño a hacerlo en el horno, a pesar de que en las redes sociales muchas veces sugieren usar soplete para tostar el merengue.
¿Qué es el Baked Alaska? Es un postre hecho con un bizcocho como base, cubierto con helado y envuelto en una capa generosa de merengue francés. Este último es el verdadero secreto, ya que actúa como aislante, protegiendo el helado del calor cuando lo horneas. Para la receta me he guiado por el libro French Pâtisserie (Ferrandi) y por otro libro ochentero de mi país llamado Planétás. Ambos usan un merengue francés que es bastante sencillo de elaborar.
Cosas que tendrás que tener en cuenta:
Me gustaría hacerte un pequeño resumen y darte las claves más importantes de la receta del Baked Alaska. Antes de nada, verás que es un postre muy simple de hacer, si sabes montar perfectamente las claras con el azúcar a punto de nieve. Para la base de bizcocho haz un simple bizcocho Genovés, aunque también lo puedes comprar ya hecho. La elección del helado es un punto muy importante. Escoge uno de calidad. En cuanto al tiempo de horneado, es breve pero intenso, así que nunca puedes dejar el horno solo, ya que el merengue se te puede quemar en pocos segundos.
Hay muchas recetas en las que hacen un flambeado antes de servir el postre, pero en la mía lo he omitido por seguridad y para simplificar el proceso. El Baked Alaska se come enseguida, y en el improbable caso de que te sobre algo, lo puedes congelar perfectamente.
Si quieres conquistar tus sobremesas de verano con otras tartas elegantes y tan deliciosas como esta, visita estas recetas: Tarta Pavlova o Charlota real de melocotón.
“Penetra en su helado corazón”.




Receta de Baked Alaska
Ingredientes
Bizcocho Genovés:
- 3 Huevos L
- 63 g de Azúcar
- 90 g de Harina
El relleno de helado lleva:
- 400 g de Helado de Vainilla puedes elegir otro sabor
- 400 g de Helado de Fresas u otro que te guste
Para cubrir:
- 5 Claras de huevo L
- 100 g de Azúcar
Elaboración paso a paso
Elaborando el bizcocho Genovés:
- Precalienta el horno. Unta el fondo y la pared de un molde redondo con mantequilla. Espolvorea con harina y elimina la sobrante. El diámetro del molde que he usado es de 23 cm.
- En un bol bate los huevos y el azúcar hasta que la mezcla esté muy esponjosa y blanquecina. El volumen habrá aumentado considerablemente.
- Ahora, poco a poco, añade la harina. Yo uso un tamiz. Es importante hacer estos movimientos con mucho cuidado para que el volumen de la masa no se caiga.
- Vierte la masa en el molde. Hornéala durante unos 15 minutos a 180ºC.
- Una vez horneado, quita el bizcocho genovés del molde y déjalo enfriar en una rejilla.
- Corta el bizcocho, una vez frío, dándole forma de círculo con un diámetro de 18 cm. Ponlo en un plato que sea apto para el horno y también para el congelador.
Preparando los helados:
- Deja que los helados se ablanden un poco y bátelos con la batidora un par de segundos para conseguir una textura cremosa. Es importante prestar atención y no batir demasiado para que el helado no se derrita.
- Encima del bizcocho pon primero el helado de vainilla y después el helado de fresas formando una cúpula. Alisa la superficie y pon el postre en el congelador, como mínimo 4 horas, hasta que el helado se endurezca de nuevo.
Montando el Baked Alaska:
- Una vez pasado ese tiempo, bate las claras a punto de nieve junto con el azúcar. Solo empieza a añadir el azúcar cuando las claras tengan una textura blanda y espumosa. El merengue tiene que estar muy bien montado y muy firme.
- Precalienta el horno a 250ºC.
- Saca el postre del congelador y cúbrelo generosamente con el merengue.
- Ahora pon el postre en el horno. Más o menos, la cocción dura unos 2-4 minutos. Durante este tiempo, el helado no se derrite ya que lo protege el merengue, pero conseguimos que el merengue se tueste por fuera. Eso sí, hay que prestar atención al merengue porque, si te descuidas, puede quemarse en un par de segundos. A la hora de servir, puedes hacerlo inmediatamente o guardar el Baked Alaska en el congelador.
El Baked Alaska es un postre súper sorprendente.