Ya han pasado un par de semanas desde que preparé estas galletas Sablé Breton, pero recuerdo perfectamente lo ricas que estaban. Casi diría que es una de las mejores galletas de mantequilla caseras que existen. Pruébalas y coméntame si a ti también te han parecido deliciosas.
Hablar sobre galletas de mantequilla francesas es referirse a muchas recetas clásicas y tradicionales que se preparan por todo el país galo. Yo, personalmente, me encapriché de este tipo de galletas Sablé Breton desde que aparecieron en mi antiguo libro de estudios de repostería, donde ya se mencionaban como un bocado excelente.
Los ingredientes de esta receta de galletas de mantequilla francesa son muy básicos. Hay que tener en cuenta que esta receta solo admite una sabrosa mantequilla de buena calidad. Sin eso, estas pastas no serán tan apetitosas o, en algunos casos, ni siquiera tendrán sabor alguno. La sal es igualmente importante porque da un gusto inconfundible. Si te apetece, te reto. Compara estas galletas Sablé Breton con las galletas danesas. Las dos coinciden casi al 100% en los ingredientes, pero el resultado final es bastante diferente.
Es importante saber que si haces Sablé Breton, el porcentaje de mantequilla es alto, lo que significa que a la hora de extender la masa hay que hacerlo con cariño, ya que está frágil. Me gustaría señalar que si haces estas pastas en los meses con más calor, la masa puede calentarse demasiado. Así que hay que dejar que la masa repose mucho más tiempo en el frigorífco, hasta que su textura esté óptima. Eso puede durar un par de horas.
Si te gusta acompañar tu taza de té o café con galletas finas y crujientes, descubre también estas deliciosas galletas de almendra, de limón o de chocolate.
“Et voilà, ¡el desayuno está servido!”.
Receta de galletas Sablé Breton
Ingredientes
Para las galletas Sablé Breton:
- 200 g de Harina
- 3 Yemas L
- 120 g de Mantequilla fría
- 5 g de Sal
- 90 g de Azúcar glas
- Las semillas de ¼ de vaina de vainilla
- 10 g de Levadura en polvo
Pincelar:
- 2 Yemas M
Elaboración paso a paso
- Mezcla la harina con la levadura en polvo, las semillas de vainilla, la sal y el azúcar glas. Añade la mantequilla y empieza a amasar. Cuando tengas una textura arenosa añade las yemas. Vuelve a formar una masa homogénea. Pon la masa en el frigorífico durante una hora.
- Precalienta el horno.
- Extiende la masa. El grosor es de 5-6 mm. Espolvorea con harina la superficie de trabajo mientras extiendes la masa, así no se pegará ni en la superficie ni en el rodillo. Como es una masa quebradiza, hay que extender y mover la masa con mucho cariño.
- Con la ayuda de un cortapastas corta la masa en formas. Usa los cortapastas que más te gusten. La masa que sobra hay que volver a amasarla un poco y después extenderla para poder seguir haciendo más galletas.
- Pon las galletas en la bandeja de horno revestida con papel de horno. Bate las yemas un poco y pincela las galletas. Con un tenedor puedes hacer bonitos dibujos.
- Hornea las galletas durante unos 10-13 minutos. Horno: 180ºC. En caliente están frágiles, así que deja que reposen en la bandeja de horno unos 3 minutos antes de manipularlas. Después ponlas en una rejilla hasta que se enfríen.
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