Estamos ante uno de los mejores y más conocidos pasteles de la repostería europea. Esta receta de Pastel vasco casero tiene su origen en Lapurdi, una región vasco-francesa. Tanto en el País Vasco, donde le llaman euskera biskotxa, como en Francia, donde se le conoce como gateâu basque, está muy extendido y goza de gran popularidad. Algo normal, ya que si has probado este postre, ya sabrás que es extraordinario. Si quieres volver a saborearlo o tienes ganas de hornear algo majestuoso en casa, en este post te enseño cómo hacerlo.
A mí me enamoró cuando, por primera vez, lo vi y probé en San Sebastián. Desde entonces tenía ganas de hacerlo en casa. Sin embargo, no me resultaba fácil encontrar una receta que me convenciera. Como es un postre rústico y con mucha historia, y como además tradicionalmente se solía comer en familia, era habitual que cada casa tuviera su forma de elaborarlo. Por esta razón, he decidido compartir mi interpretación de la receta de Pastel vasco casero. Es fiel a los sabores auténticos y a su tradicional elaboración. Vamos a ver qué ingredientes lleva.
La base y la parte superior están hechas con una masa quebrada dulce que, una vez horneada, queda ligeramente crujiente con una miga arenosa. El relleno es una deliciosa crema pastelera aromatizada con mucha vainilla. Pero además, para aumentar exponencialmente su maravilloso sabor, también lleva otro relleno de mermelada de cerezas. Me parecía muy interesante incorporar la mermelada, porque muchas recetas tradicionales también la llevan. Por eso y porque sin el toque dulce de las cerezas, este postre me hubiera recordado a un Flan pâtissier, y no quería eso.
Este Pastel vasco casero es algo laborioso, pero aunque tengas poca práctica en la repostería, también lo puedes hacer. Es ideal para celebraciones y ocasiones especiales, cuando necesitas preparar un postre atrayente y que se salga de lo típico. Su aspecto rústico tampoco requiere que te quede demasiado perfecto.
Este pastel está muy rico y tiene mucho encanto, por eso me da pena no hornearlo más a menudo. Reconozco que podría comerlo casi todos los días para desayunar, a diferencia de lo que se solía hacer tradicionalmente, ya que formaba parte de los desayunos de los domingos después de la misa.
“Una combinación de sencillez y sofisticación”.




Receta de Pastel vasco casero
Ingredientes
Prepara la masa quebrada con:
- 250 g de Mantequilla fría
- 500 g de Harina
- 100 g de Azúcar
- 2 Huevos L
- 2 Yemas de huevo L
- La piel rallada de 1 Limón mediano
El relleno de crema pastelera y mermelada lleva:
- 500 ml de Leche entera
- 70 g de Azúcar
- 3 Huevos L
- 40 g de Maicena
- 1 vaina de de Vainilla (las semillas y la vaina) o extracto de vainilla con la cantidad correspondiente
- 3 g de Mantequilla
- 200 g de Mermelada de cerezas
Pincela con:
- 1 Yema de huevo L
- 1-2 cucharadas de té de Leche entera o nata para montar
Elaboración paso a paso
Elaborando la crema pastelera:
- Calienta 350 ml de leche junto con las semillas de vainilla y la vaina de vainilla.
- En otro bol mezcla el azúcar, los huevos, la maicena, el extracto de vainilla (si usas este y no vainilla natural) y 150 ml de leche fría. Es importante que no queden grumos.
- Cuando la leche esté hirviendo aparta la cazuela del fuego. Ahora vierte dentro la mezcla anterior del paso dos. Vuelve a poner la cazuela, a fuego moderado, cocinando la crema hasta que empiece otra vez a hervir y su textura esté densa. Es importante remover todo el tiempo. ¡Ojo!, una vez hervida la crema solo puedes cocinarla un par de segundos más. Ahora ya puedes quitar la vaina de vainilla. (En el caso de que tu crema tenga grumos, puedes pasarla por un chino).
- Vierte la crema en un plato y frótala con un trozo de mantequilla (3 g de mantequilla). Deja que se enfríe mientras preparas la masa quebrada. A la hora de usar la crema pastelera tiene que estar a temperatura ambiente.
Preparando la masa quebrada:
- Amasa la harina con el azúcar y la mantequilla (250 g) hasta que tengas una masa arenosa. Ahora añade los huevos y las yemas de huevo. Haz una masa homogénea y lisa. Pon la masa en el frigorífico durante 30 minutos. Si la masa está muy caliente por el amasado, es mejor ponerla por lo menos una hora en el frigorífico.
- Precalienta el horno.
- La masa que has preparado debería pesar 1 kg, más o menos. Divídela en dos partes. Haz un trozo de 330 g y otro de 670 g.
- Forra un molde desmontable, incluyendo las paredes, con papel de horno. Usa un molde desmontable de 23 cm de diámetro.
- Extiende la masa grande (670 g) dándole forma de círculo con un diámetro de 35 cm. Pon la masa en el molde forrando la base y las paredes. Corta la masa que sobresalga más de 3,5 cm de las paredes y júntala con la masa que tienes reservada todavía (330 g).
- Amasa la masa pequeña (330 g) con la masa sobrante. Extiende esta masa dándole forma circular con un diámetro de 23 cm. La masa tiene que estar muy lisa y su medida debe coincidir perfectamente con el diámetro interior del molde, puesto que con esta masa vas a cubrir todo el postre.
Monta el Pastel vasco y hornéalo:
- Esparce la mermelada de cerezas encima de la masa que tienes ya en el molde y alísala. Vierte encima la crema pastelera y alísala. Pon encima la segunda masa (330 g). Colócala y ajústala para que no salga la crema pastelera a la superficie.
- Mezcla la yema con la leche entera (o la nata). Pincela con esta mezcla la superficie de la masa y haz bonitos dibujos con la ayuda de un tenedor.
- Hornea el pastel durante unos 40-45 minutos más. Horno: 180ºC. Una vez horneado, deja que se enfríe en el molde 10 minutos. Después ya puedes quitar la pared del molde. Pon el pastel en una rejilla para que se enfríe totalmente.
Este Pastel vasco está super deliciosa.