El Carnaval y sus postres tradicionales componen una tradición inseparable. Muchos de estos postres se fríen en aceite, como es el caso de estos Pestiños crujientes. A pesar de que existen miles de maneras de hacerlos, me gustaría compartir contigo esta versión fácil y deliciosa que conquistó mi corazón hace unos años.
Yo comí por primera vez este postre tradicional español en La Rioja, donde viví hace mucho tiempo. Me gustaba tanto que quería tener una receta tal cual, como la que haría cualquier abuela en Andalucía, conservando su encanto en cuanto a sabor y forma. Por eso hay que conservar las recetas caseras y tradicionales de estas fechas, para que no se queden en el olvido en este mundo demasiado moderno y frío.
En esta receta de pestiños crujientes, te enseño cómo hacerlos para que queden deliciosos, finos, nada empalagosos ni grasientos. Para que queden perfectos, es importante freírlos a la temperatura adecuada. Con unos pocos ingredientes básicos como harina, aceite de oliva, vino moscatel y anís, puedes preparar una delicia que encantará a todos en casa. Además, puedes bañar tus pestiños en miel una vez fritos, para darles un toque aún más especial. Si lo prefieres, también puedes rebozarlos en azúcar. Ambas opciones son deliciosas y realzan el sabor tradicional de este postre. Y para terminar, el mejor acompañante a mis pestiños crujientes es una rica taza de chocolate.
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“Disfruta comiendo pestiños no solo en Pascua, sino también en Navidad”.




Receta de Pestiños crujientes
Ingredientes
Para la masa de los Pestiños:
- 300 g de Harina
- 1 pizca de Sal
- 125 ml de Aceite de oliva virgen extra
- 125 ml de Vino moscatel
Aromatiza el aceite con:
- 15 g de anís verde Matalauva
- La piel de medio limón
Para freír:
- Aceite de girasol o Aceite oliva virgen extra
Reboza en azúcar:
- 50 g de Azúcar
Y pincela con miel:
- 100 g de Miel
- 50 ml de Agua
Elaboración paso a paso
Preparación del almíbar de miel:
- Pon la miel en una cazuela junto con el agua. Desde que empiece a hervir, esta mezcla se cocina durante unos cuatro minutos, justo hasta que su textura te haga recordar al almíbar. ¡Ojo!, no debe quedar demasiado densa.
Elaborando la masa:
- Pon el anís y la piel del limón con el aceite de oliva (125 ml) en una sartén o cazuela y deja aromatizar a fuego lento unos 10 minutos. Deja enfriar. Una vez frío, cuela el aceite y resérvalo.
- Mezcla la harina con la sal, el aceite aromatizado y el vino moscatel. Forma una masa homogénea (si fuera necesario y debido a la pérdida de volumen del aceite, durante el proceso de aromatización puedes añadir un poco de aceite y vino moscatel).
- Tapa la masa y déjala reposar una hora a temperatura ambiente.
- Ahora extiende la masa en una superficie algo enharinada. El grosor es de 1 mm.
- Corta la masa extendida en forma de rectángulo de 38 cm x 31 cm. Corta este rectángulo en 16 cuadrados (4 x 4). La masa que has cortado alrededor puedes volver a extenderla y hacer más cuadraditos. Escoge un cuadradito y junta dos esquinas opuestas. Presiona lo suficiente para que no se despeguen. Haz este proceso con los demás cuadraditos (en el vídeo verás mejor cómo se hace).
Fríe y reboza:
- Calienta el aceite. Antes de poner los pestiños dentro, asegúrate de que el aceite tiene la temperatura adecuada. No puede estar ni muy caliente ni tibio. Con la masa que te ha sobrado antes puedes hacer la comprobación.
- Pon los pestiños en el aceite. Al principio hay que ponerlos con las dos esquinas boca abajo hundidas en el aceite. Cuando ya estén fritos por este lado, hay que darles la vuelta (esquinas pegadas boca arriba) y seguir friendo hasta que estén hechos.
- Una vez fritos, reboza los pestiños en el azúcar o pincélalos con el almíbar de miel a temperatura ambiente. Cuando más deliciosos están es recién hechos.
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