Una de las mejores acompañantes del verano es la cereza. Una fruta que se puede preparar y utilizar de mil formas distintas. Para esta ocasión no necesitarás calentar demasiado la cocina, ya que esta es una tarta de queso y cerezas sin horno, por lo que la disfrutarás doblemente. Receta fácil, simple y rápida. ¿Qué más se puede pedir?
Este cheesecake no tiene ningún origen específico. Simplemente nace de las ganas de comer algo rico y refrescante que lleve cerezas. Es una tarta fría con ingredientes muy sencillos y asequibles. De hecho, para la salsa puedes usar cualquier cereza de temporada que tengas a mano, como pueden ser las famosas picotas. La gelatina la emplearemos para que esta tarta de queso con cerezas sin horno tenga una textura cremosa y mantenga su forma.
Un consejo. En la red hay muchos postres, tartas de queso o helados, que se hacen con cerezas sin cocinar. Me gustaría decirte que esta fruta necesita un poco de cocción para que en los postres esté sabrosa. Sin cocinar, sabrá más bien solo dulce, sin demasiado sabor a cereza.
Y casi para terminar, aquí vienen unos postres igualmente ricos que también llevan cerezas y con los que podremos seguir aprovechando la temporada de estos frutos rojos: el Clafoutis de cerezas y la Tarta Selva Negra.
Me encanta escribir sobre postres jugosos, ricos y deliciosamente adictivos que puedes preparar cualquier tarde. Pues así es esta tarta de queso y cerezas sin horno. Cumple con todo lo que puedes soñar cuando te apetece comer algo dulce en verano.
“Tarta, queso, cerezas, sin horno: ¿A que suena bien? Pues sabe mejor”.
Receta de Tarta de queso y cerezas sin horno
Ingredientes
La base de galletas:
- 230 g de Galletas Digestive
- 100 g de Mantequilla
Para la tarta de queso:
- 500 g de Mascarpone
- 3 hojas de Gelatina
- 125 g de Yogur griego
- 200 ml de Nata para montar
- 50 g de Azúcar
- 30 ml de Zumo de limón
Salsa de cerezas:
- 900 g de Cerezas pueden ser picotas
- 40 g de Azúcar
Elaboración paso a paso
Elaborando la base de galletas:
- Tritura las galletas y derrite la mantequilla. Mezcla bien estos ingredientes. Pon papel de horno en el fondo de un molde desmontable. Ahora vierte la mezcla de galletas en el molde. Esparce bien esta miga para que el grosor de la base sea el mismo en todos los sitios. Después, con una cuchara o un vaso, presiona la miga para que quede más compacta y lisa. Pon la base en el frigorífico durante 1 hora para que esté bien sólida. Diámetro del molde: 23 cm.
Cocinando la salsa de cerezas:
- Deshuesa las cerezas. Ponlas junto con el azúcar en una cazuela. Empieza a cocinar la fruta a fuego fuerte. Desde que empiece a hervir serán unos 4-6 minutos. No olvides darle vueltas con una cuchara para que no se pegue. El tiempo de cocción depende de la variedad de las cerezas. Al final de este tiempo las cerezas estarán cocidas y su jugo será algo espeso. Deja enfriar.
Preparando la tarta de queso:
- Pon la gelatina en remojo. Calienta el yogur y añádele las hojas de gelatina hidratadas hasta que se disuelvan. ¡Eso sí, el yogur nunca debe llegar a hervir! Deja enfriarlo un pelín.
- Bate el mascarpone con el azúcar y el zumo de limón. Ahora añade el yogur ya templado. Bate la nata. No tiene que quedar muy dura. Incorpora la nata montada a la crema de mascarpone con mucho cuidado.
- Agrega un tercio de la salsa de cerezas a la mezcla anterior. No lo mezcles demasiado. Si queda con un aspecto marmolado es muy bonito.
- Vierte la crema sobre la base y alísala. Pon la tarta de queso de cerezas en el frigorífico durante una noche.
- A la hora de comer, cubre la tarta con el resto de la salsa de cerezas.
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