Estas rosquillas de carnaval son muy originales. Si en este año, para las fiestas de Carnaval, te apetece sorprender a tus amigos y familiares con algo muy diferente y original, esta receta te encantará. Es un postre creativo y muy bonito.
Esta receta es popular en Italia (Rose di Carnevale) y también en Hungría (Rózsafánk). Es una receta que se fríe en aceite, pero antes se forma una rosa de la masa. Para la fritura te aconsejo usar aceite de girasol, ya que no tiene sabor. Una vez hechas estas rosquillas de carnaval, son esponjosas por dentro y algo crujientes por fuera. Las más sabrosas se acompañan con una mermelada, por ejemplo, de frambuesa y frutas del bosque.
En el periodo de Carnaval es muy habitual hacer diferentes tipos de rosquillas. Aunque las rosquillas de anís y las Berlinesas son las más habituales, esta Rosa de Carnaval te puede ganar el corazón. Este es uno de esos postres que fascinan por su sencillez y originalidad. También es interesante tenerlo en mente si quieres hacer un postre para San Valentín. La sorpresa dulce está garantizada.
Tradición, recuerdos y postres de antaño. Los postres para Carnaval son así. No son simplemente coger una sartén y freír algo, significan revivir los sabores tradicionales. Estas rosquillas de carnaval son perfectas si no te conformas con lo típico, sino que buscas verdaderos tesoros de la repostería.
Origen de la receta: Planétás kártyák.
“¿Qué te parece si regalamos a nuestras parejas un postre bonito, rico y hecho a mano?”.
Receta de Rózsafánk
Ingredientes
- 250 g de Harina
- 50 g de Mantequilla fría
- 25 g de Azúcar
- 20 ml de Ron
- 60 ml de Yogur griego
- 3 Yemas L
- 1 L de Aceite de girasol
Para acompañar:
- Azúcar glas
- Mermelada (la que más te guste)
Elaboración paso a paso
- Mezcla la harina con el azúcar y la mantequilla. Amasa hasta que tengas una textura arenosa.
- Incorpora el ron, las yemas y el yogur griego. El ron es muy importante. El alcohol ayuda a que la masa no absorba mucho aceite al freír. Forma una masa homogénea y deja reposar 30 minutos en el frigorífico.
- Extiende la masa. El grosor será de unos 2 mm. Con la ayuda de unos cortapastas que tengan tres diámetros diferentes, corta la masa en círculos (yo he usado tres vasos de distintos tamaños).
- En cada círculo hay que hacer unos cortes. En el círculo grande: 6 cortes, en el círculo mediano: 5 y en el círculo pequeño: 4 (mira la foto 1). Es importante no cortar mucho. Si cortas con mucha profundidad, mientras las rosquillas se fríen pueden romperse.
- Junta un círculo grande con uno mediano y otro pequeño. Con clara de huevo pega las tres piezas. Presiona en el centro con el dedo (en la foto 2 puedes ver cómo queda).
- Calienta el aceite. El aceite tiene que estar caliente pero no demasiado. Coloca las rosquillas boca abajo en el aceite ya caliente (la parte pequeña estará hacia abajo y la parte grande hacia arriba). Cuando ya estén doradas dales la vuelta.
- Pon las rosquillas fritas en un papel de cocina para que absorba el aceite sobrante y deja que se enfríen.
- A la hora de comer, espolvoréalas con azúcar glas y pon un poco de mermelada encima.
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