Estos panecillos de queso, hechos en el horno, sirven para merendar, desayunar o para acompañar una copa de vino. Receta que te enamorará.
Si te gustan los panecillos y el queso, seguro que te encantarán estos panecillos de queso. Los deliciosos y famosos Sajtos pogácsa húngaros. En esta receta te enseño cómo hacerlos paso a paso.
Puedes elaborarlos con varios tipos de quesos. Así, con esta receta de panecillos de queso puedes surfear diferentes sabores. Desde un típico queso de vaca hasta un queso de cabra. Mi recomendación es usar siempre cuñas blandas o semiblandas, que funden bien y no son muy duras ni curadas, de esta manera quedarán irresistibles. Otra versión de este postre salado sería hacer la masa con patata y albahaca. ¿Te gusta la idea?
¿Cómo hacer estos mini panes con queso?
Este pan es muy fácil de hacer. Su textura y gusto es muy diferente al de un pan normal o integral. Eso es porque la masa lleva ingredientes como queso rallado, mantequilla, huevo o leche. Una vez la masa esté fermentada hay que cortar con un cortapastas, el resto del trabajo lo hará el horno. Cuando más rico está es recién hecho y tibio. En Hungría también comemos el pogácsa junto con ciertas bebidas. Para el típico picoteo español quedan genial también, porque son unos bocaditos pequeños que acompañan tu cerveza o tu copa de vino. En resumen, pueden ser unos grandes protagonistas de cualquier celebración familiar o merienda.
Estos panecillos de queso son super tiernos por dentro y crujientes por fuera. Ya, con antelación, pido perdón por crear adicción y discusión sobre quién se come el último pogácsa que ha quedado en el plato.
“Estos panecillos son un auténtico vicio”.
Receta de Panecillos de queso
Ingredientes
- 500 g de Harina normal
- 150 g de Mantequilla pomada
- 25 g de Levadura panadera fresca
- 125 ml de Yogur griego natural
- 2 Huevos L
- 150 g de Queso rallado
- 80 ml de Leche
- 7 g de Sal
Para pincelar y decorar
- 1 huevo
- 1 puñado de queso rallado
Elaboración paso a paso
- Desmenuza la levadura y ponla en un cuenco pequeño junto con una pizca de azúcar, una cucharada sopera de harina y 80 ml de leche tibia. Mezcla la preparación, tápala y deja que fermente unos 10 minutos, en un sitio templado, hasta que suba.
- Mientras, mezcla la harina con la mantequilla hasta que tenga un aspecto arenoso. Incorpora el yogur, 1 huevo, la mitad del queso, la sal y la masa fermentada. Amasa todo hasta obtener una masa homogénea, muy dura.
- Cubre la masa con un paño y resérvala en un lugar templado. Al cabo de 1 – 1,5 horas debería haber doblado su tamaño. Extiende la masa a un grosor de 1 cm. Después dóblala según las fotos. Repite el proceso una vez más.
- Precalienta el horno. Extiende otra vez la masa a un grosor de 1,5 cm. Haz unos cortes decorativos. Con la ayuda de un cortapastas redondo haz pequeños discos. A continuación, con las dos manos haz movimientos que hagan subir, estrechar y engordar el grosor de estos discos (mira la foto 4 de abajo).
- Pon los panecillos en una placa revestida con papel de horno. Pincélalos con huevo batido y échales queso por encima.
- Hornea entre unos 13 y 16 minutos hasta que se doren. Horno: 230ºC.
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