Si tienes poco tiempo pero te apetece comer algo rico, esta receta de Panna Cotta tradicional te gustará mucho. Acompáñala con frutas de temporada, un culis de frutos rojos, salsa de chocolate sin nata o una salsa toffee con un toque muy italiano. ¿Quieres descubrir cómo se hace todo este festín cuando el tiempo escasea?
La Panna Cotta tradicional se elabora con lácteos, gelatina y azúcar. Su nombre significa nata cocida. En la receta he combinado la leche entera fresca con una nata de buena calidad para conseguir una textura cremosa y ligera. Con esta cantidad de gelatina que te pongo, tendrás esta panna cotta bailona que siempre nos hipnotiza. Es un postre versátil y su preparación es simple. En la receta podrás leer cómo desmoldarlo con facilidad.
En casa nos gusta comerla con fresas, aunque con diferentes salsas queda estupenda también. Por eso, para salir de lo habitual, te explico cómo hacer una salsa Toffee pero con un toque italiano, que no puede ser otro que el café. Qué sería de la repostería italiana sin este ingrediente tan típico. ¿Te imaginas un Tiramisú tradicional sin café? Yo, desde luego, no.
Para la salsa Toffee solo hace falta caramelizar el azúcar y después añadir la nata. ¡Ojo!, al hacerlo ten mucha precaución. La diferencia de temperaturas genera muchas burbujas, cuidado no te quemes.
Creo que la Panna Cotta tradicional es uno de los postres más simples que existen. Admite todo tipo de salsas, yo me la puedo incluso imaginar con helado de chocolate cremoso. Puedes hacerla con antelación, así en el frigorífico siempre te esperará un postre nutritivo, fácil y casero.
“Me encanta la textura de este postre. Es perfecta.”
Receta de Panna Cotta con salsa de Toffee aromatizado con café
Ingredientes
- ¼ vaina de Semillas de vainilla
- 50 ml de Nata
- 400 ml de Leche entera
- 3,5 hojas de Gelatina
- 50 g de Azúcar
Para la salsa de Toffee:
- 50 g de Azúcar
- 100 ml de Nata
- 80 ml de Agua caliente
- 5 g de Café soluble
Elaboración paso a paso
- Hierve la leche con la nata, el azúcar y las semillas de vainilla. Deja que se enfríe un poco hasta que esté tibia.
- Pon en remojo la gelatina.
- Junta la leche tibia con la gelatina. Mezcla muy bien para que la gelatina se disuelva totalmente. Llena con este líquido unos moldes pequeños. Deja que se enfríen y después guárdalos en el frigorífico.
- Calienta el azúcar y 1 cucharada sopera de agua. Deja que se cueza hasta que tengas un caramelo de un color claro. Ten cuidado de no pasarte con la cocción. Si el caramelo está muy oscuro puede tener un toque amargo.
- Mientras, mezcla el agua caliente con el café soluble.
- Cuando el caramelo esté en su punto incorpora el café y la nata. ¡Ojo! Mucho cuidado al hacer este paso. La diferencia de temperaturas puede hacer que el caramelo se salga y te salpique. Sigue cociendo la salsa hasta que tengas el líquido homogéneo y algo espeso. Serán unos 5-8 minutos. Deja enfriar.
- A la hora de servir, pon los moldes en agua caliente durante unos segundos. De esta manera los moldes se quitarán fácilmente. Decora la Panna Cotta con la salsa de café.
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