Compota de peras

La compota de peras es de esas recetas que se hacen enseguida. Un snack muy nutritivo y sano que siempre apetece. Pero no solo sirve para comer tal cual, sino que también es la base de algunas recetas exquisitas. ¿Te apetecería saber cuáles son?

Cuando era niña teníamos perales en el huerto y como no nos gustaban mucho las peras en sí, empezamos a elaborar compota de peras. Además, estas frutas de mi padre tampoco estaban tan ricas, así que este postre siempre ha sido una solución para comer todas las frutas que teníamos.

Como regla general, puedes usar cualquier tipo de peras, sean de otoño o de verano. Aun así, intenta evitar las que estén insípidas o verdes (no maduras). Su textura también puede ser más o menos madura, ya según tus gustos. En casa, yo las prefiero con una textura algo firme, así puedo cocinar las frutas para que tengan una textura al dente.

Para esta receta necesitas peras, canela, clavo y un poco de azúcar. Las especias convierten a las peras en algo realmente muy delicioso. Además, es un snack bastante sano y barato. Ahora quizá te preguntas,  ¿y cómo se podría hacer una compota de peras sin azúcar? Si ajustas bien la cantidad de agua no hace falta añadir azúcar. Mientras se cocinan las frutas se evapora el agua. Durante este proceso el sabor de la compota se concentra también, por eso es importante elegir unas peras dulces y sabrosas.

Como te he comentado más arriba, la compota de peras, muchas veces, es una base perfecta para elaborar deliciosos postres. La famosa Tarta Bourdaloue o una tarta de peras con avellana pueden ser tus siguientes descubrimientos. Ya me contarás.

Nota: Si te gusta más este postre en versión crema, una vez cocidas las frutas puedes triturarlas. Solo tienes que controlar la cantidad del líquido de la cocción.

“Cuando me apetece comer un postre rápido con peras, siempre hago esta compota”.